El haber trabajado más de 15 años en operaciones locales, regionales y globales en centros de contacto, me han llevado a probar un sinfín de ideas para resolver uno de los más grandes problemas: el ausentismo y la rotación.
En el día a día, los desafíos únicos que enfrentamos los líderes en este entorno altamente demandante, pueden afectar significativamente la productividad y el rendimiento del equipo. Dicho ésto, hoy te traigo ésta nota para ofrecerte estrategias efectivas que he encontrado útiles a lo largo de los años.
1. Creando un ambiente de seguridad psicológica:
Como líder, es fundamental crear un ambiente donde los empleados se sientan seguros para expresar sus ideas y tomar riesgos sin temor a represalias.
Fomentar la comunicación abierta, el respeto mutuo y la colaboración entre los miembros del equipo es indispensable para que exista esa zona donde podemos hablar sin el temor a ser marcados con el dedo por ello.
Amy Edmondson es conocida por su investigación sobre la seguridad psicológica en el lugar de trabajo, un concepto que ha sido fundamental para comprender cómo los equipos pueden funcionar de manera efectiva.
La seguridad psicológica se refiere al ambiente en el cual los miembros de un equipo se sienten seguros para tomar riesgos interpersonales. Es la confianza que los empleados tienen de que no serán penalizados ni avergonzados por expresar sus ideas, opiniones o preocupaciones, incluso si estas difieren de las de sus colegas o líderes.
Ahora, dicho ésto…. ¿qué podemos hacer para crear un ambiente así? Y si ya lo estás haciendo, ¿qué podés agregar para que sea mejor aún?
Fomentar la apertura y la confianza: podés crear un entorno donde los empleados se sientan seguros para compartir sus pensamientos y opiniones, sin temor a represalias.
Reconocer la vulnerabilidad como una fortaleza: la vulnerabilidad es un componente clave de la seguridad psicológica. Los líderes debemos alentar a los empleados a reconocer y compartir sus errores y debilidades sin miedo al castigo, de la misma forma que nosotros también podemos hacerlo. Y si estás pensando en decir que te equivocaste, sin dudas que sí.
Establecer normas claras de comportamiento: es importante establecer normas claras de comportamiento que promuevan la inclusión, el respeto y la aceptación de la diversidad de opiniones. No sólo escribirlas, sino también vivirlas. Y ajustas las clavijas de quién no lo está haciendo para que pueda entender mejor por qué queremos y necesitamos éstos valores como fundamentales en nuestro equipo.
Promover la colaboración y el aprendizaje mutuo: Nadie nace sabiendo, es cierto. Fomentar un ambiente donde los empleados trabajen juntos para resolver problemas y aprender unos de otros, es una forma de colaboración e intercambio de ideas que fortalecen el accionar del equipo. Cuando eso sucede, generamos esa cultura viva que contagia a otros.
Dar Ejemplo como líder: Los líderes deben ser modelos de comportamiento abierto y receptivo. Al mostrar vulnerabilidad y disposición para aprender de los demás, podemos crear un ambiente que inspire confianza y respeto.
2. Utilizando la fluidez, el feedback instantáneo y la gamificación para motivar al equipo:
La fluidez, como lo describe Mihaly Csikszentmihalyi, es un estado mental en el cual una persona está completamente inmersa en una actividad, disfrutándola al máximo y sintiéndose completamente absorbida por ella. Durante este estado de fluidez, experimentamos un profundo enfoque en la tarea, perdiendo la noción del tiempo y se sintiéndonos completamente comprometida con lo que estamos haciendo.
La gamificación puede ayudar a los empleados a concentrarse en las tareas que tienen por delante al convertir el trabajo en desafíos emocionantes y gratificantes. Al establecer objetivos claros y proporcionar retroalimentación instantánea sobre el progreso, la gamificación motiva a los empleados a mantenerse enfocados y comprometidos con sus responsabilidades laborales.
Uno de los elementos clave de la gamificación es el feedback instantáneo. Los empleados reciben retroalimentación inmediata sobre su desempeño y progreso a medida que completan desafíos y alcanzan objetivos. Esta retroalimentación constante les permite ajustar su comportamiento y mejorar continuamente, lo que aumenta su sensación de logro y satisfacción en el trabajo.
Cuando los empleados se sienten completamente inmersos en sus tareas y reciben feedback instantáneo sobre su desempeño, es más probable que experimenten un mayor sentido de propósito y realización en su trabajo. Esto es lo que conduce a una disminución en la rotación. Además, el equipo se siente más motivados para cumplir con sus responsabilidades, lo que ayuda a reducir el ausentismo.
Incorporar elementos de microaprendizaje para facilitar el desarrollo continuo de habilidades y mantener al equipo comprometido y motivado es otra forma de gamificar – hacer que se vea como un videojuego – en el cuál subo de nivel cuando mejoro en tal o cuál habilidad o conocimiento.
3. Consejos Prácticos para la Implementación:
Ahora, te cuento que hay ciertas recetas – al estilo en una cocina – para que ésto funcione. No es igual para todo el mundo, pero te invito a que leas las que yo te puedo pasar y que imagines cuáles podés aplicar en tu equipo y cuáles no.
Diseñar desafíos y misiones:
Identificar los objetivos y valores clave de tu organización.
Crear desafíos y misiones que estén alineados con estos objetivos y valores.
Establecer metas claras y alcanzables para cada desafío o misión.
Utilizar herramientas de gamificación para hacer que los desafíos sean emocionantes y atractivos para el equipo.
Proporcionar instrucciones claras sobre cómo participar en los desafíos y cómo se medirá el progreso.
Brindar retroalimentación en tiempo real sobre el progreso del equipo y celebra los logros alcanzados.
Ofrecer contenido de aprendizaje:
Identificar las habilidades específicas que tu equipo necesita desarrollar para alcanzar los objetivos de la organización.
Proporcionar contenido de aprendizaje breve y relevante que se centre en estas habilidades.
Utilizar una variedad de formatos de aprendizaje, como videos cortos, artículos, infografías y podcasts, para mantener el interés del equipo.
Facilitar el acceso al contenido de aprendizaje a través de plataformas digitales fáciles de usar.
Animar a los miembros del equipo a participar activamente en el aprendizaje y a aplicar lo que han aprendido en su trabajo diario.
Proporcionar oportunidades para discutir y reflexionar sobre el contenido de aprendizaje en reuniones de equipo o sesiones de capacitación.
Promover una cultura de reconocimiento:
Reconocer y celebrar los logros y contribuciones del equipo de manera regular.
Utilizar herramientas de gamificación, como puntos, insignias y tablas de clasificación, para destacar el rendimiento excepcional y motivar a los miembros del equipo a superarse.
Organizar eventos especiales o ceremonias de premios para reconocer públicamente los logros del equipo.
Fomentar un ambiente de apoyo y colaboración donde los miembros del equipo se sientan valorados y reconocidos por su trabajo.
Animar a los líderes y a los compañeros de equipo a expresar su aprecio y reconocimiento mutuo de manera regular.
Como tema final, el seguir estas instrucciones te va a permitir implementar con éxito estrategias de gamificación en tu equipo para mejorar la motivación, el compromiso y el desempeño.
Después de todo, entretenerse en el trabajo, divertirse mientras uno hace lo que hace y por qué no – jugar en serio – es algo que ya hasta casi es obligatorio.
Te invito, como línea final, a que pruebes ésta receta que te compartí y me cuentes – con números – cuánto mejoró tu equipo en indicadores y KPI’s. Te vas a sorprender. 🙂
Gracias por leerme.
Rodrigo